El cine español necesita estrellas y si además logran dar el paso de triunfar en el cine internacional, sus oportunidades serán muy superiores. Sin duda una de las actrices con mayor proyección actual es la bella Elena Anaya, una mujer capaz de electrizar la pantalla con su sola presencia. Elena Anaya nació en Palencia (España), el 17 de Julio de 1975. Atractiva, joven, pizpireta, un día recibe una llamada de Madrid: se trata del casting de la película Africa, de Alfonso Ungría a la que pronto seguirá Familia de Fernando Leon de Aranoa. Es el inicio de una nueva etapa y Elena decide estudiar interpretación y sacar lo mejor de sí misma. Los meses pasan hasta que Julio Medem le envía el guión de Lucía y el Sexo (9 nominaciones a los premios Goya) y le propone interpretar a Belén, esa niñera morbosa que seduce a Tristán Ulloa.
Como todo lo que hace Medem, Lucía y el sexo es una obra irregular y sobrevalorada cuyo máxima atracción – a final – son los desnudos de Paz Vega y sus aventuras sexuales.
La siguiente película de Elena Anaya es Sin Noticias de Dios (11 nominaciones a los premios Goya). Ella está encantada, comparte papel con grandes actrices como Penélope Cruz y Victoria Abril.
Los escalones se siguen subiendo, esta vez es nada menos que Pedro Almodóvar quien le llama para participar en su última película Hable con Ella (Oscar 2003 al mejor guión original). El papel es secundario pero interesante y permite a Elena compartir estrellato con actrices de la talla de Paz Vega, Leonor Watling o Pilar López de Ayala. Después rueda Rencor, de Miguel Albaladejo, La Habitación Azul, producción mexicana del director Walter Doehner; y en el verano del 2002 Dos Tipos Duros (una comedia con Rosa María Sardá, Antonio Resines y Jordi Vilches). Elena Anaya está ya acariciando el estrellato y se ha convertido en un sex symbol del balbuceante cine español contemporáneo. En esta encrucijada se produce la llamada de Hollywood, una oportunidad que no se puede escapar. Elena rueda en Los Angeles (USA) el thriller Stage Kiss y a continuación un auténtico blockbuster dirigido por Stephen Sommers (La Momia). Se trata de Van Helsing. Los protagonistas son Hugh Jackman (X-man, Operation Swordfish), Kate Beckinsale (Pearl Harbor) y Richard Roxburgh (Moulin Rouge).
Alatriste se convierte en otra buena oportunidad, pese a las limitaciones de la puesta en escena, la novela y el personaje creado por Arturo Pérez Reverte tiene garra y la película se convierte en la atracción de la temporada.
Miguel y William es una fantasía sobre una rivalidad entre Shakespeare (Will Kemp) y Cervantes (Juan Luis Galiardo), y Savage Grace un sombrío melodrama criminal en el que Elena comparte protagonismo con Julianne Moore.
El estreno en España de Entre mujeres, dirigida por Jonatan Kasdan, es un nuevo reto para la actriz que tiene a su lado en esta ocasión a Meg Ryan, Olimpia Dukakis y Adam Brody. El argumento es sencillo y complejo a la vez: Después de que su novia lo abandonara, el joven Carter se muda de ciudad para cuidar a su abuela, romper con su vida anterior e intentar escribir el libro que siempre había deseado ; pero en su nueva casa encuentra como vecinas a Sarah (Meg Ryan) y sus dos hijas, Paige (McKenzie Vega) y Lucy (Kristen Stewart). La relación con este círculo de mujeres le cambiará por completo la existencia.
La película es un auténtico viaje al mundo femenino y supone para el protagonista la oportunidad de una búsqueda interior que hasta ese momento nunca había practicado. Meg Ryan está espléndida en el papel de la madre, atrás han quedado los años de sus comedias románticas, pero si sabe elegir bien los personajes tiene ante sí una prometedora segunda carrera. Por su parte, Elena Anaya es Sofie, la mujer que abandona al escritor, una musa esquiva, seductora pero inalcanzable… o como el gran Gustavo Adolfo Bécquer definiera en una de sus Rimas: Espíritu sin nombre, indefinible esencia. El personaje es breve... pero Elena Anaya deja huella.
Y el fin y al cabo, de eso es de lo que se trata.
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