El actor, que ha ganado un Globo de Oro por su participación en Los Miserables, no ha querido seguir con su vida adelante sin recordar lo vivido mientras rodaba la cinta. Muchas de las escenas que rodaron fueron tomadas en la iglesia St Mary The Virgir, en Ewelme, situado en Oxfordshire.
Según comentan, el templo no se encontraba en perfecto estado, y necesitaban un cambio de caldera. Por problemas económicos, la congregación no pudo cambiarla, y llevaban meses con el aparato estropeado. El reverendo Jonathan Meyer ha dado las gracias a Hugh Jackman mediante los medios de comunicación por haber ayudado a la remodelación de la caldera y por asumir gastos extras por un importe de 12 mil €.
El actor ha comentado que lo pasó muy mal durante el rodaje de la película y que, estuvo apunto de abandonar el rodaje, pero asegura que en la iglesia se portaron estupendamente con ellos.
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