Todos tenemos un plan podría haberse titulado Todos tenemos un lado oscuro. ¿También tú, Viggo?
Pues claro. Lo oscuro, lo violento, siempre tiene que ver con algo tan humano como el miedo y la inseguridad. Esto nos lleva a atacar o huir de una cosa. Está en la esencia del cine negro, que es el género de esta película.
¿Cómo haces para que todos los que han trabajado contigo hablen bien de ti?
También he tenido experiencias malas en esta profesión, no es para tanto. Creo que hay que ser flexible y saber cuando callar o simplemente ir a otro lado
¿Viendo tus películas podríamos saber en cuáles hubo mal rollo?
Pues no lo sé. He leído sobre comedias muy buenas en las que todos se odiaban. También sé de rodajes muy felices de los que luego han salido películas sin química. En los tres rodajes con Cronenberg nos reímos muchísimo y creo están entre lo mejor que he hecho.
¿Habrá secuela de Promesas del Este?
Espero que sí, aunque a Cronenberg siempre le cuesta mucho reunir el dinero para un proyecto. Será porque es original y auténtico, no sé. No estoy seguro, pero parte de la historia sucedería en Rusia, así que tendría que refrescar mi ruso.
¿Has tenido que trabajar el acento del lugar, El Tigre, donde tiene lugar Todos…?
No demasiado, es similar al de Bueno Aires. Adentrándose en el delta del Paraná el ritmo se ralentiza. Los dos hermanos a los que interpreto hablan de modos distintos, uno es de clase media y el otro procede de una subcultura criminal, lo que condiciona su lenguaje.
El delta es una escenario muy interesante, ese río que bifurca en dos direcciones, como tu personaje.
En verano es un lugar muy verde, muy frondoso, pero en invierno se convierte en un sitio oscuro, da casi miedo. Se pasa mucho frío, con temperaturas bajo cero, pero le dio algo a las caras de los personajes que hizo que mereciera la pena. Literariamente El Tigre es un lugar en el que esconderse, para criminales y perseguidos.
La directora te asaltó en una piscina para ofrecerte el guión. ¿Te sucede a menudo?
Sí, bastante. El 99% de los guiones son malos y siempre digo lo mismo: “no te garantizo que lo vaya a leer”. Sé que otros compañeros los tiran a la papelera, pero yo me paso la vida cargando con estos montones de hojas de un lado para otro. En este caso quedé impresionado, era de lo mejor que había visto en mucho tiempo. ¿Hay alguna posibilidad de que aparezcas en las películas de El Hobbit? Han acabado ya de rodar y no me han llamado, así que no salgo que yo sepa. Tengo muchas ganas de verlas, por los compañeros que dejé ahí como Ian McKellen, Cate Blanchett…
Pronto te veremos en la piel de William Burroughs en la adaptación de En el camino.
Ha sido muy divertido. Fue justo después de hacer de Freud en Un método peligroso y vi grandes parecidos entre los dos: la gente venía a aprender de ellos, eran las personas de más edad y experiencia de su grupo. Además, ambos tenían una presencia muy formal que chocaba con sus ideas revolucionarias. De los autores beat es mi favorito, por delante de Ginsberg y Kerouac. No fue prisionero de su fama.
Extraído de Cinemanía
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