El versátil y carismático John Malkovich es uno de los actores que presta su voz y figura a 'Beowulf', el último experimento de Robert Zemeckis basado en un poema anglosajón sobre las aventuras de un guerrero y su lucha contra una criatura demoníaca. Actor, director y productor, Malkovich es uno de los célebres nombres de este proyecto generado por ordenador en el que es la mano derecha del monarca (Anthony Hopkins). Porque la particularidad de 'Beowulf', que se estrena hoy, es que se rodó con la técnica 'motion capture', que consiste en filmar con los actores llenos de sensores que trasladan movimientos y voces a un programa computerizado. El protagonista de 'Las amistades peligrosas' y 'El cielo protector' no para de trabajar, está filmando con Clint Eastwood 'The Changeling' y hace apenas un mes terminó un rodaje con los hermanos Coen -'Burne Alter Reading'-. Norteamericano exiliado voluntariamente en Francia, Malkovich, de 54 años, ha dirigido en París una obra de teatro, el medio en el que empezó.
-¿Qué le llevó a intervenir en una aventura como ésta?
-Me gustan los retos, aprender y crecer en mi trabajo. He hecho muchas cosas en mi oficio, pero nunca había participado en una historia de estas características y, la verdad, me intrigaba. Quería ponerme a las órdenes de Zemeckis -'Forrest Gump' y 'Polar Express', donde ya utilizó esta técnica- porque me habían dicho cosas fantásticas de él y me gustaba lo que había hecho. Además, me apasionó el guión.
-¿Qué fue lo que más le sorprendió?
-Lo fácil que es trabajar en ese tipo de proyectos. Son procesos muy rápidos porque en tres días cada actor rodó su parte, algo impensable en una película normal. El sistema de 'Bewoulf' me recordó al teatro, donde te levantas, te pones ante las luces y actúas. No tuvimos que esperar a que iluminaran la escena y las doscientas cámaras que había a tu alrededor estaban siempre en la misma posición. Esta tecnología libera mucho a los actores, que estamos acostumbrados a unos rodajes medievales por el tiempo que se pierde.
-Como productor ¿respaldaría un título con 'motion capture'?
-Por supuesto, aunque no creo que nadie me dé 200 millones de dólares para hacerlo. Espero que el precio de esta tecnología baje porque hoy en día sólo es accesible para unos pocos. Como artista, me parece un técnica muy interesante.
-¿Se considera un adicto al trabajo?
-No. La mayoría de los personajes que he hecho este año son pequeños. Actuar es mi trabajo, tengo que hacerlo porque hay que pagar facturas.
-¿Qué criterio sigue para decantarse por una película?
-Mis razones cambian constantemente. A veces es la curiosidad, otras la historia y otras porque soy un profesional y tengo que trabajar. También acepto propuestas por tener al lado a un actor que me gusta. Uno de mis preferidos es Javier Bardem, a quien considero un buen amigo -le dirigió en 'Pasos de baile'-. Me gusta lo que hago, pero no me paso las horas pensando en la interpretación y tampoco en lo que significa. No siento pasión por la actuación, que a veces es maravillosa porque te obliga a perderte dentro de un personaje.
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