Sandra Bullock llega en un tranquilo mediodía de domingo al hotel Four Seasons de Beverly Hills. Está en plena promoción de su nueva película, «Premonición», dirigida por Mennan Yapo, y que hoy se estrena en España.
-¿Ha tenido alguna premonición que se haya cumplido?
-Hay diferentes palabras que se relacionan con una premonición. Puede llegar a ser instinto, intuición, cierto sentimiento o los sueños que se convierten en realidad. He pasado por ciertas situaciones que me han sugerido: «No hagas eso». Cuando no presté atención, me arrepentí. Y cuando sí lo hice, me alegré. No he tenido un sentimiento muy específico que se haya vuelto realidad, pero he sentido cosas que después me ayudaron a evitar alguna tragedia.
-¿A qué se refiere exactamente?
-Es algo muy personal. Pero creo que todos lo tenemos. Llámelo intuición femenina, como cuando una madre sabe que a su hijo le ha pasado algo, o la conexión entre gemelos. ¿Cómo lo explica? No es algo que lo compruebe la ciencia, pero ha existido siempre en diferentes niveles. Hay gente que tiene fe, ¿dónde está la prueba científica? No importa.
-¿Cree en los fenómenos sobrenaturales?
-No me parece que seamos el único planeta con vida y también creo que hay algo en la humanidad que se puede llamar intuición, instinto o gente que sabe lo que pasa.
-¿Usted es una persona muy intuitiva?
-Tengo muy buenos instintos. Mi madre tenía una intuición extraordinaria. Creo que todos la tenemos, pero no nos crían para considerarla. No lo creo. He tenido sueños cuyo significado no he entendido pero que después se han cumplido, al menos en esencia. Y me parece que les pasa a todos. ¿Es intuición? ¿Premonición? ¿Coincidencia? No lo sé. Pero sé que he vivido cosas que antes ya había soñado o pensado.
-¿Cree en el destino?
-No lo sé. Al ver mi vida, sé por qué sucedió todo. Las cosas van a ser lo que se supone que tienen que ser. Si eso es destino, entonces creo en él. También creo que tenemos un increíble control sobre nuestra felicidad.
-¿Todavía siente la presión de tener que generar buenas recaudaciones en el cine para mantener su estatus de superestrella?
-No me importa nada ese estatus. Ya lo han derribado del pedestal demasiadas veces. Lo hacen en cuanto no generas los resultados de taquilla que esperan de ti. Pero no es algo que se pueda controlar. No depende de uno gustar o no gustar a la gente. Una busca hacer lo que realmente ama, de acuerdo con los propios instintos, y trabajar con gente que me haga sentir bien en los proyectos. Mañana todo puede cambiar y el cine puede convertirse en gráficos de videos holográficos donde los actores no existamos. Por eso yo hago lo mío, sin buscar nada extraordinario ni luchar por mantener algo; perdería la cabeza si lo hiciera.
-¿Alguna «premonición» futura sobre su propia familia? ¿Se imagina con sus propios hijos?
-Quiero pegarle un bofetada ahora mismo por lo que acaba de sugerir (vuelve a reírse). Yo tengo hijos y los quiero. Mi preocupación y mi amor por ellos como madrastra no es menor del que hubiera tenido si yo los hubiera dado a luz. No veo la diferencia con tener un hijo biológico. Mis prioridades, mi amor, mis deseos por ellos, mi disciplina, mis reglas, mi diversión, tiene que ver con mis hijos. Ya los tengo.
-¿Su matrimonio ayuda a interpretar mejor a una esposa o una madre en la ficción?
-Ya había interpretado muchos papeles de esposa o madre antes de esta película. Cada relación es diferente. Hay buenos y malos matrimonios, parejas conectadas y desconectadas. El hecho de estar casada no cambia la forma en que hubiese interpretado un personaje, pero ahora que estoy casada, he podido sentir mejor cómo estaría si muriera mi marido.
En «Premonición», Sandra Bullock protagoniza la historia de una mujer que un día despierta enterándose de que su marido ha muerto, aunque al día siguiente vuelva a despertarse con el marido completamente vivo, una y otra vez. En forma de rompecabezas, su personaje trata de encontrar las claves para evitar la fatal premonición inicial, viviendo un día lo que parece un sueño (o pesadilla), despertándose al día siguiente con otra realidad diferente. La película juega con el paso del tiempo y la muerte, como lo había hecho en su película «La casa del lago», donde trabajó con Keanu Reeves. Pero ella insiste en marcar las diferencias. «Solamente hice una película sobre viajes en el tiempo, otra película sobre días desordenados y otra sobre magia», aclara. «¿Sabe por qué lo digo? Odio las generalidades, cuando suman todo en un mismo paquete porque, para mí, cada películas es muy específica y diferente».
-¿De verdad no encuentra cierta similitud entre «Premonición» y «La casa del lago»?
-Para mí, fueron dos guiones muy buenos y completamente diferentes. Uno era una historia de amor con tiempos paralelos distintos. En este caso es un «thriller» psicológico muy bien escrito, con mucha más profundidad y significado, pero también más complicado. Supongo que no se filman tanto, porque son difíciles de hacer. Yo tuve suerte de haber podido filmar dos películas con motivos distintos que sólo tienen en común la diferencia de tiempos.
-«Premonición» no es una historia de amor?
-Es una historia de amor, pero también el sueño americano que se convierte en pesadilla. Es algo por lo que han pasado muchas personas, cuando es imposible rectificar un mal paso y volver atrás en el tiempo.
-¿El «sueño americano» es una frase que define el éxito de su carrera?
-Es una pregunta muy difícil de responder. No lo sé. El sueño de cada uno debería ser único para cualquiera. Es cierto que Estados Unidos es la tierra de las posibilidades, pero otros países también tienen posibilidades extraordinarias para cumplir muchos sueños.
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